4 diferencias (y varios mitos desmontados) entre el orgasmo femenino y el masculino
Si quieres que tu pareja disfrute en la cama, debes aprender primero cómo funciona su cuerpo. Cada persona es un mundo y a cada uno le excitan cosas distintas pero, en lo que se refiere al tipo de orgasmo que disfrutamos hombres y mujeres, hay unas diferencias que, conociéndolas, pueden marcar la diferencia entre el placer más absoluto o la desidia sexual.
¿Alguna vez has visto Masters of Sex? Esta serie, basada en la historia real del ginecólogo William Masters y la sexóloga Virginia Johnson, narra los sorprendentes descubrimientos sobre sexualidad que ambos documentaron en los años 60, cuando gran parte de la sociedad como poco les tachó de degenerados. Sin embargo, hoy en día, cuando el sexo es cada vez un tema menos tabú, podemos utilizar (y agradecer) sus hallazgos para aprender sobre nuestro cuerpo y obtener (o hacer obtener) más placer en nuestras relaciones. Y es que algo tan excitante como el kamasutra puede incluso variar la forma de llegar al orgasmo…
Por ello, y en colaboración con el D. Vicente Alcántara Aceituno, miembro de Saluspot, vamos a contarte en qué se distingue la respuesta sexual femenina de la masculina según las lecciones que nos dejaron Masters y Johnson, donde se distinguen cuatro etapas sucesivas: excitación, meseta, orgasmo y resolución.
1. Excitación
La fase de excitación se caracteriza por el inicio de sensaciones eróticas, aumentando la respiración, el ritmo cardiaco y la presión arterial. En el varón aparece la erección del pene, el escroto se hace más espeso, el saco escrotal se ensancha y los testículos comienzan a elevarse. En la mujer aparecen signos genitales locales y relajación lenta de los músculos (miotonía), aparece una respuesta epidérmica de enrojecimiento, los pechos comienzan a hincharse y los pezones se ponen erectos.
2. Meseta
En la fase de meseta observamos un estado mucho más avanzado de excitación, anterior al orgasmo. En el varón la erección es firme y el pene alcanza su máximo tamaño. En la mujer aparecen la hinchazón y coloración de los labios menores, el útero alcanza su máxima altura, el clítoris gira 180º y se retrae en posición plana.
3. El momento del orgasmo
Tal y como nos enseñaron Masters y Johnson, el orgasmo es la tercera y más placentera fase, es el punto culminante o de mayor excitación sexual en ambos sexos. En el hombre brota el semen de su pene erecto en tres a siete chorros y con unos intervalos de 0,8 segundos. Hay otros dos componentes básicos. Primero aparece una contracción de los órganos internos y la sensación de “inevitabilidad de la eyaculación”. Segundo, hay subsiguientes contracciones rítmicas de la uretra y de los músculos de la base del pene; es la experimentación del orgasmo propiamente dicho.
Posteriormente el hombre presenta un estado refractario a la estimulación sexual, es decir, debe transcurrir un periodo de tiempo antes de que pueda volver a eyacular de nuevo. Varía según la edad del varón, a mayor edad, mayor es el periodo refractario. En la mujer, independientemente del tipo de estimulación que perciba, el orgasmo consiste también en contracciones rítmicas y reflejas, con un intervalo de 0,8 segundos, de los músculos vaginales y perineos.
Hay que tener en cuenta que las características del orgasmo femenino son idénticas en todas las mujeres, siendo su desencadenante siempre por la estimulación del clítoris. Así como el hombre tiene un periodo refractario, la mujer nunca es físicamente refractaria con posterioridad al orgasmo. Si mantiene sus órganos sexuales en la fase de meseta, puede volver a ser estimulada, y segundos después del primer orgasmo puede obtener otro orgasmo, hasta que quede físicamente exhausta o no desee más estimulación. Aquí tienes unas cuantas posturas ideales para lograr un orgasmo clitoriano.
4. Resolución
Si echamos un vistazo a las notas de Masters y Johnson, la cuarta y última etapa de la respuesta sexual es la resolución, en la que todas las respuestas a los estímulos sexuales disminuyen. Asimismo, ritmo cardiaco, presión arterial y respiración vuelven a su nivel inicial. En el hombre, los testículos descienden a su posición baja, el pene regresa más lentamente al estado de flacidez, reduciéndose a la mitad de su tamaño tras el orgasmo, excepto en varones muy jóvenes, que tras una eyaculación pueden volver a eyacular una segunda vez sin pérdida de erección.
En la mujer, el clítoris vuelve a su posición normal 5 o 10 segundos después del orgasmo. Sin embargo, la vagina puede tardar de 10 a 15 minutos en volver a su estado de relajación y de palidez. Los labios menores pierden su coloración intensa 10 o 15 segundos después de que haya cesado la contracción del orgasmo.
En definitiva, la respuesta sexual se basa fundamentalmente en una secuencia ordenada de un acontecimientos inherente e inseparable. Tanto la respuesta sexual femenina como la masculina consisten en una serie de contracciones reflejas involuntarias y rítmicas de las estructuras orgásmicas. El orgasmo masculino consiste en dos fases, la de emisión y la de eyaculación. Sin embargo, el orgasmo femenino tiene un solo componente, que es análogo al de la expulsión.
¿Clitoriana o vaginal? Desmontando el mito sexual femenino más extendido
Por último, hay que hablar de la controversia y la confusión que ha habido siempre en torno al papel del clítoris y de la vagina en la sexualidad femenina, generando muchos malentendidos. En muchas ocasiones hemos podido escuchar si una mujer es clitoriana o vaginal a la hora de tener un orgasmo.
Según la teoría freudiana, el orgasmo en las mujeres siempre es desencadenado por la estimulación vaginal. Freud argumentaba que la mujer tiene dos zonas erógenas principales: clítoris y vagina. Son Masters y Johnson los que demostraron la falacia de esa teoría. Los nuevos datos sugieren que la estimulación del clítoris es siempre clave para producir la descarga orgásmica durante el coito, así como durante otras formas del juego amoroso.
Estos autores mantenían que el clítoris probablemente tiene la misma distribución nerviosa que el glande. Son muchas las mujeres que prefieren una estimulación del clítoris indirecta, bien por presión en el monte de Venus o por el roce lateral del pene a través de los labios menores. La mayoría de las mujeres afirman que responden a una combinación de sensaciones vaginales y clitorídeas. Muchos autores creen que incluso durante el coito, el desencadenante del orgasmo femenino es probablemente la estimulación del clítoris.
¿Por qué a los hombres les entra sueño más rápido?
El orgasmo es ante todo un reflejo y como tal tiene un componente sensorial y otro motor. El varón suele sentirse tranquilo y somnoliento después del acto sexual, volviendo a su estado de reposo inicial de una forma rápida. Sin embargo, la mujer vuelve al estado no sexual de una forma más lenta: una vez alcanzado el orgasmo puede experimentar un placer profundo y prolongado en el tiempo durante la etapa de la resolución.
Para finalizar hay que añadir que resulta notorio que las fases en ambos sexos son semejantes y análogas, así como el orgasmo.En el varón se desencadena por la estimulación del glande y del pene y en la mujer se produce por la estimulación. Con todo, existen diferencias y semejanzas en la respuesta, por ejemplo, en el varón existe eyaculación y periodo refractario. Sin embargo, en la mujer no.
Ahora que ya sabes la teoría, es el momento de llevarlo a la práctica, ¿no crees?
Artículo elaborado por D. Vicente Alcántara Aceituno, miembro de Saluspot y psicólogo general sanitario en Consulta Psicólogo Vicente Alcántara para enfemenino.