¿Qué es EMDR?

“Las emociones inexpresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde de peores formas” Sigmund Freud

¿Qué es la Psicoterapia EMDR?

Son muchos los casos en los que se nos muestra la Psicoterapia como un tratamiento cuyo principal objetivo es hablar con el psicólogo. Multitud de películas exhiben la psicoterapia como un modelo basado en el psicoanálisis y el diván. En otras ocasiones se presenta al psicólogo como una persona que está ahí para dar consejos al paciente. Nada más lejos de la realidad. Esta idea conduce en muchas ocasiones a que los sujetos no acudan a terapia porque creen que no les aportará nada.

Son muchos los modelos de psicoterapia y son muy diferentes entre sí. Cada uno trabaja desde diferentes situaciones: con la persona, con la familia, con la pareja, etc. En este tipo de terapias el fin fundamental es la búsqueda de la solución del momento presente del paciente, mientras que en otros casos se trabaja con el origen de la historia del paciente y sus propias experiencias.

Para obtener una psicoterapia de calidad no se trata de hablar y escuchar consejos. Con la psicoterapia somos capaces de observar nuestros propios bloqueos, exteriorizar vivencias de nuestro proceso evolutivo y de nuestra propia vida. El psicólogo guía al paciente y le proporciona herramientas para encontrar y encaminar sus propios recursos y habilidades.

¿Qué es la terapia EMDR?

El EMDR presenta una visión del ser humano donde se trabaja con las experiencias no asimiladas por el sujeto. Todos hemos tenido en nuestra vida algún tipo de acontecimiento doloroso y en general no se necesita psicoterapia. Sin embargo, hay experiencias que son mucho más difíciles y complicadas, que nos generan emociones tan intensas, que nuestro cerebro no puede procesar dicha información. Estas experiencias se quedan bloqueadas en el sistema nervioso. Al referirnos a estos acontecimientos nos produce malestar y si hablamos de ellos lo volvemos a sufrir nuevamente.

En muchas ocasiones esos acontecimientos no procesados quedan aislados en la memoria, y la vida continua, pero cuando sucede algún tipo de situación insignificante puede provocar malestar. Pero se puede procesar y desbloquear, trabajando con los síntomas y ayudar al sujeto a recuperar su capacidad de vivir sin malestar.

Para averiguar si el acontecimiento está totalmente superado en EMDR primero se realizan comprobaciones. Concentrémonos en una de esas situaciones que aparentemente están superadas. Pensemos con detenimiento en esa situación, recreemos esos instantes durante al menos un minuto, prestando atención a qué significaron, cuanto nos hirieron. Tengamos en cuenta nuestros pensamientos, emociones, lo que notamos en nuestro cuerpo. ¿Las sensaciones son neutras? ¿El recuerdo no te genera malestar? Si la contestación a alguna de las anteriores preguntas es no, existe malestar o perturbación emocional o física, con lo cual es un recuerdo que sigue activo. Una de las mejores formas para procesar ese recuerdo es a través de EMDR.

¿Hay cosas que no se pueden superar?

Son muchos los casos en los que podemos llegar a creer que existen acontecimientos en nuestra vida que no se pueden superar, ya que se encuentran tan enraizados en nuestra vida que se ve como algo imposible.

En cambio, trabajando con EMDR no hay ningún acontecimiento que no pueda ser superado de modo profundo y completo. El fallecimiento de un ser querido, una agresión, un accidente o enfermedad grave… se pueden afrontar de una forma adecuada. En ocasiones algún acontecimiento de nuestra infancia puede provocarnos malestar cuando nos encontramos en etapas de nuestra vida muy sensibles en relación al desarrollo de nuestra persona. Estos traumas pueden ser resueltos por completo y las personas pueden llegar a generar un punto de inflexión a partir del cual su vida cambiará, sin olvidar el recuerdo pero sin dolor emocional.

¿Funciona el EMDR si no hay trauma?

El concepto de trauma que se maneja en EMDR no hace referencia únicamente a problemas graves o accidentes. Hablamos de experiencias vitales adversas, de circunstancias cotidianas, que por diversos motivos siguen marcándonos a pesar del paso de los años. Las burlas de los compañeros por un poco de sobrepeso en la adolescencia pueden hacer que 20 años después nos sigamos sintiendo insatisfechos con nuestro físico. Una mala experiencia con una pareja puede marcar nuestra actitud hacia futuras relaciones. Un padre muy exigente, aunque sea por nuestro bien, puede hacer que nunca sintamos que hacemos lo suficiente. No definiríamos ninguna de estas circunstancias como traumáticas, pero sí diríamos en EMDR que son los recuerdos no asimilados que aún están activos en nuestro sistema. El procesamiento de estos recuerdos con EMDR generan cambios visibles en el aquí y el ahora, en cómo nos sentimos con nosotros mismos y en cómo funcionamos en el momento presente.

¿Cuál es el mecanismo del EMDR?

Lo que hace el EMDR es activar el sistema innato de procesamiento de la información del cerebro, esto es, la capacidad de autocuración que nuestra mente tiene.

El paciente y el terapeuta localizarán las experiencias clave que se conectan con el problema actual, accederán a estos recuerdos y las creencias negativas, emociones y sensaciones que los acompañan, y ayudarán a desbloquear esa información, procesarla e integrarla. Usamos los movimientos oculares o la estimulación táctil alternante.

El uso de los movimientos oculares para el procesamiento de recuerdos bloqueados fue descubierto por la psicóloga estadounidense Francine Shapiro. El nombre de la terapia corresponde a las iniciales en inglés de desensibilización y reprocesamiento por movimiento oculares (Eye Movement Desensitization and Reprocessing).

Para más información sobre EMDR puede consultar la página oficial de la Asociación EMDR España www.asociacionemdr.org o el libro de la creador de método Francine Shapiro: Supera tu pasado, Editorial Kairós.

¿Por qué funciona?

Se ha relacionado el efecto de la terapia EMDR con la fase REM del sueño, en la que espontáneamente se producen los mismos movimientos de los ojos. Es la fase que se pone en marcha cuando estamos soñando. Es posible que este mecanismo esté en nuestro cerebro como un modo de ayudarnos a asimilar las circunstancias de la vida que durante el día no hemos podido elaborar del todo. Por ello, durante el sueño vienen a veces fragmentos de cosas que nos han pasado, o temas antiguos que no hemos superado. Quizás esto explique porqué vemos las cosas distintas después de haber dormido.

A través de numerosas investigaciones, se ha comprobado que los movimientos oculares aumentan la conexión entre los dos hemisferios cerebrales, actúan sobre el sistema nervioso autónomo (que regula la activación y la relajación) y estimulan las conexiones neuronales.

Aparte de estos estudios sobre el mecanismo básico, la eficacia de EMDR se ha demostrado en muchas investigaciones para problemas clínicos muy diversos, como estrés postraumático, depresión, ansiedad, y diversas patologías psiquiátricas y médicas.

¿Qué problemas se tratan con EMDR?

Muchos tipos de problema pueden beneficiarse de un tratamiento con EMDR. Más que una cuestión de diagnóstico es una cuestión de si puede servir a una persona concreta y adaptarse a su situación y sus posibilidades. Hay algunos problemas psiquiátricos que necesitan medicación o terapias de tipo biológico. Lo mismo ocurre con problemas físicos. Por ejemplo, si una persona es diabética, EMDR no sustituye a la insulina, sin embargo puede ayudar muchísimo a la persona a asimilar su problema y a disminuir la repercusión del estrés sobre sus cifras de glucosa en sangre. Hemos tratado con EMDR a personas con todo tipo de patologías, en general con muy buenos resultados. Dado que el efecto puede ser visible en pocas sesiones, es factible hacer una prueba breve y decidir posteriormente si abordar un tratamiento completo.

¿Es rápido EMDR?

Va a depender de la cantidad de aspectos que una persona tiene que trabajar. No es lo mismo haber tenido una historia sin mayores problemas, sufrir un accidente y quedar afectado por esto, que haber padecido situaciones adversas desde la primera infancia. En muchas ocasiones, hasta que no comenzamos a trabajar con el paciente no podemos valorar qué aspectos habrá que tratar ni el tiempo que puede llevar hacerlo.

¿Cuál es la edad para usar EMDR?

Puede tratarse a personas de todas las edades. Cualquier persona, independientemente de la edad o del tipo de problema, puede beneficiarse de esta terapia. El si puede ser o no adecuada requerirá una valoración individualizada del caso.

El hecho de que EMDR aborde los aspectos emocionales y físicos, y no sólo la parte verbal, racional y cognitiva, hace que sea posible trabajar desde este abordaje con personas con niveles cognitivos limitados, sin lenguaje o con problemas para elaborar reflexivamente lo que se les ocurre. El paciente no necesita analizar ni explicar, y por ello se pueden procesar experiencias de las que tenemos muy pocos elementos, o incluso de la que el paciente no se sienta capaz de hablar.

¿En qué casos funciona mejor?

Si una persona no quiere tomar contacto con sus emociones, su historia o sus problemas, estará poco dispuesta a trabajar con este método. Algunos individuos, para sobrellevar las dificultades, han recurrido a evitar lo que les crea ansiedad o les genera determinadas emociones. A veces están a la defensiva con los demás, les cuesta dejarse ayudar, o tienden a desconectarse de sus sensaciones. Estos pacientes necesitan un trabajo de preparación antes de estar en condiciones de entender el origen de su problemas y a trabajar con sus recuerdos con los procedimientos de la terapia EMDR.

Una terapia que aúna el trabajo con aspectos cognitivos, emocionales y corporales.

Este abordaje tiene una gran utilidad potencial en el trabajo con patologías psicosomáticas o con problemas emocionales asociados a enfermedades médicas. Los distintos niveles de procesamiento de la información, lo que pensamos, lo que sentimos, las sensaciones de nuestro cuerpo, no son elementos separados. De ahí viene la repercusión del trabajo con esta terapia en los problemas físicos.

 

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